El 15M, un año después
Ha frenado catorce desahucios y sacado a la
calle tres veces a miles de ciudadanos pidiendo un sistema más justo
15.05.12 - 01:39 -
El movimiento del 15M -los 'indignados' que sacaron hace un año a
unas 6.000 personas a las calles de la capital- se enfrentó el pasado sábado a
su reválida. En una convocatoria que ya tiene dimensión internacional y tras
exitosas réplicas en las jornadas del 19J (20.000 asistentes) y el 15O (10.000
ciudadanos) de 2011, esta iniciativa «apartidista, asindical y aconfesional»
llegó con más luces que sombras en su gestión a su aniversario. Es su primera
protesta general en la era de Mariano Rajoy como presidente de España, si bien
es cierto que a la manifestación de la huelga general del 29M acudieron más de
5.000 personas en la capital convocadas por los 'indignados', que no por los
sindicatos.
Sus miembros y analistas políticos locales coinciden en que la
autoorganización que comenzó con la toma de la Plaza del Carmen el pasado 17 de
mayo ha perdido militantes, que ahora suman 250 en la provincia. Y lanzan otra
idea: si antes había motivos para la indignación, ahora hay más por los recortes
en sanidad y educación, la reforma laboral y la 'nacionalización' de Bankia.
«Hace un año comenzaron unos 40 grupos de trabajo en la capital y
quedan 11, además de las asambleas de barrio», señala el gabinete de prensa del
15M. Entre ellos se cuentan Stop Represión, Coordinación Estatal, Política,
Feminismos, Medio Ambiente, Escuela de Filosofía, la Comida en Nuestras Manos
(soberanía alimentaria y agricultura sostenible) y el más visible: Stop
Desahucios.
A este último han acudido 70 familias en situaciones extremas, casi
siempre por no poder abonar las cuotas hipotecarias. Con las concentraciones del
15M se han frenado 14 desahucios en barrios como el Barranco del Abogado,
Carretera de la Sierra o Zaidín. No obstante, algunos de ellos, como el de la
Casa del Aire, se paralizó dos veces y finalmente se ejecutó. En otros fue
abortada la acción bancaria antes de la fecha fijada, tras protestas y
negociaciones. Así ocurrió con la amenaza de desalojo de una familia de Santa
Fe, que terminó en buen puerto. La condonación de los abonos pendientes también
ha sido posible en varias ocasiones a través de la dación en pago.
Multas por desorden público
El pasado jueves, en la puerta del Ayuntamiento, mientras
preparaban la ocupación permanente de la Plaza del Carmen que hay prevista para
esta noche después de la manifestación, algunos de los miembros de la Asamblea
de Granada criticaban que les habían llegado «30 multas» por desorden público
grave precisamente por intervenir en esos desahucios. «Nosotros tramitamos lo
que la Policía eleva como sanción y damos continuidad a los expedientes. No es
nada anormal. Seguirá pasando cuando se incumpla la ley», contesta el
Subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez.
Ese responsable político ha dejado claro que la manifestación que
parte a las 17.30 horas de la Fuente de las Batallas «es legal», pero no goza de
ese amparo la acampada anunciada a partir de las 21.00 horas en la Plaza del
Ayuntamiento. «Concentrarse indefinidamente es ilegal. Nuestra misión es
preservar la seguridad y la libertad de movimiento por las calles aledañas.
Llamo a la responsabilidad de estos ciudadanos. No están autorizados a acampar,
no lo han solicitado y nosotros no vamos a permitirlo. Lo evitaremos», deja
sentado el Subdelegado.
Él mismo responde a una idea que ha calado en parte del imaginario
colectivo: que lo del 15M ha quedado en un grupo de 'perroflautas' y violentos.
«A día de hoy no tengo reseñas de la Policía de que haya individuos violentos ni
peligrosos en el 15M de Granada». No obstante, algunos miembros del mismo, como
Adrián Mora, que estudia un máster de Arqueología y es licenciado en Historia,
aún tiene que ir cada quince días al juzgado tras ser puesto en libertad sin
fianza por haber agredido presuntamente a un agente de la Policía Nacional
durante la jornada electoral del domingo 20 de noviembre. El joven niega los
hechos, pero fue detenido en un bar días después de los acontecimientos y cumple
con su cita quincenal con la ley mientras espera ser juzgado.
«La repolitización social»
Una de las sombras de este movimiento es la decepción que ha
causado en algunos individuos que comenzaron en él con fuerza. Andrés Maeso, un
licenciado en Ciencias Políticas, reconoce: «No me parece justo hablar de
desencanto con el movimiento sin antes reconocerle algo muy importante: la
repolitización de la sociedad. Ya pocos creen que vale con votar cada cuatro
años y dejar hacer al partido ganador. Esa nueva conciencia colectiva ha puesto
en jaque la democracia representativa y ha hecho nacer el debate de la necesidad
de introducir elementos participativos».
«Mi desafección procede de la forma en que se desarrolló la
participación en Granada. El 15M me sorprendió haciendo un máster y sus
prácticas, y asistir a comisiones y asambleas diarias a todas horas me resultaba
imposible, por lo que me fui descolgando. Le pasó a mucha gente con
responsabilidades, lo que derivó en que el liderazgo del movimiento fue ocupado
poco a poco (seguramente de buena fe) por quienes podían parar su actividad o no
la tenían», apostilla el granadino.
«Si bien más adelante se espaciaron las citas, para entonces los
grupos y las dinámicas ya estaban hechas, y la Asamblea General y sus propuestas
estaban condicionadas por un sector muy ácrata que interpretaba el apartidismo,
asindicalismo, etc. como un antiinstitucionalismo que no compartíamos la mayor
parte de quienes habíamos participado en un principio. Creo que en Granada hubo
gente que olvidó demasiado pronto que había que centrarse en lo que nos unía,
aunque me consta que el espíritu del 15M sigue vivo en comisiones como la
laboral o en la asamblea de barrio del Zaidín», explica Andrés Maeso.
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