Mártires de Chicago
Mártires de
Chicago
1º de mayo 1886
Día del Trabajo
Día del Trabajo
2012
Como conclusión primordial al término del IV
Congreso de la Federación del Trabajo en Norteamérica, verificado el mes de
noviembre de 1884 en la ciudad de Chicago, Illinois, se estableció que a partir
del 1º de mayo de 1886, se trabajaría una jornada máxima de ocho horas y en caso
de no aceptación de los patrones, se iría a la huelga.
A la llegada del 1886 el propio Presidente de
los EEUU en ese entonces, Andrew Jonson promulgó la llamada Ley Ingersoll
estableciendo la jornada de ocho horas.
Llegado el término para la entrada en vigor de
la citada norma laboral, los patrones se negaron a cumplirla por lo que
estallaron en el país, simultáneamente cinco mil huelgas, (indiscutiblemente, en
mi opinión, una brillante coordinación de los obreros del país para
lograrlo).
Entre los múltiples incidentes surgidos con
motivo de la gigantesca huelga, se destacó el sucedido en la ciudad de Chicago
en ese mayo de 1886, en la empresa Haymarket Square de Chicago en el que el
estallido de una bomba durante la salvaje represión, ocasionó la muerte de
varios policías, provocando que las fuerzas policiacas dispararan contra los
manifestantes.
Efectuadas posteriormente las investigaciones
de los hechos, se detuvo y condenó a la pena máxima a ocho trabajadores después
de un proceso lleno de mentiras.
Lea usted lo que dijo al juez el maldito
fiscal:
“Castigue a estos hombres, haga un ejemplo de
ellos, cuélguelos y salve nuestras instituciones”.
Después del proceso, el 11 de noviembre de
1887, fueron ejecutados en la horca:
Albert Parsons, periodista estadounidense de 39
años; August Spies, periodista alemán de 31 años; Adolph Fischer, periodista
alemán de 30 años y George Ángel, tipógrafo alemán de 50 años.
Louis Lingg, carpintero alemán de solo 22 años,
se suicidó en su propia celda.
Michael Schwab, tipógrafo alemán de 33 años,
Samuel Fielden, pastor metodista y obrero textil de 39 años y Oscar Nebee,
vendedor estadounidense de 36 años lograron sobrevivir con sentencias de cadena
perpetua los dos primeros y quince años de prisión el último.
Más de 200 mil personas asistieron a la
procesión funeraria de los líderes muertos.
Al paso del tiempo comenzó a mencionárseles a
estos héroes reivindicadores universales, diría yo, como “Los Mártires de
Chicago”
Es ejemplar, sin duda, su papel en la historia
contra la inicua y odiosa explotación capitalista, pero aquellas ocho horas por
las que murieron, siguen siendo actualmente en todo el mundo, la jornada máxima
de trabajo, gracias a ellos.
La Internacional Comunista
(Versión del Partido Comunista)
¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.
Del pasado hay que hacer añicos.
¡Legión esclava en pie a vencer!
El mundo va a cambiar de base.
Los nada de hoy todo han de ser.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.
Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.
La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor;
nos da derechos irrisorios
no hay deberes del señor.
Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser:
"No más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber".
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario